Proyecto que incluye diversas piezas alrededor de una posible autoetnografía visual sobre mis abortos.

¡ Que vuele la lechuza! ¡Que las acciones mal comenzadas lleguen a buen puerto!

Caigo. Trazo el recorrido en mis hojas cartográficas. Calculo los ángulos, los virajes, el impacto. Ingeniería del dolor. Demasiadas imágenes sin sincronizar. Mastico cristales. Nada acaba de suceder. Desde mi balcón veo llamas, polvo y cenizas.

(…) Hemos heredado un mundo de estrategias de supervivencia e inventaremos otras nuevas. Filmaremos abortos y los colgaremos en la red, desbancaremos el porno casero de Vine y lo substituiremos por nuestras snuff movies de 6 segundos, colapsaremos los change.org de las esferas digitales y terrestres, promoveremos campañas de crowdfunding para pagar esos “tres días en los Pirineos”, jaquearemos vuestro régimen medicalizante, sacaremos vuestros rosarios de nuestros ovarios, contrareformaremos con los dientes los penes que se metan en nuestras bocas y nos quiten la palabra. (…) LAS BRAVAS

Sangre

Lo inexplicable nos observa con su hermética belleza (Pintada en una calle del Poblenou, Barcelona, Noviembre 2016)

Els camps devastats no són estèrils, i jo, que callo entre silencis, parlaré.

«Si la naturaleza se abandona a sí misma, la fertilidad aumenta. Los restos orgánicos de plantas y animales se acumulan y son descompuestos en la superficie del suelo por bacterias y hongos. Con la infiltración del agua de lluvia, estos nutrientes son llevados al interior del suelo para convertirse en el alimento de los microorganismos, lombrices y otros pequeños animales. Las raíces de las plantas alcanzan los estratos más profundos del suelo y devuelven los nutrientes a la superficie.» (Masanobu Fukuoka)